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Esto sucede porque la epidermis o cubierta de la piel es frágil y delgada. No ejerce bien su función barrera y el agua se pierde con facilidad, provocando picor o molestias en la piel y deshidratación.
Esto se realiza evitando peelings o cosméticos con emulgentes, hidratando la piel y con un procedimiento que renueva y reafirma la epidermis a la vez que reduce la seborrea ácida que irrita la superficie: la microdermabrasión.
Los capilares de la piel se dilatan con facilidad, dando el color rosado a la piel de la cara, típico de este problema.
Para reducir el enrojecimiento.
A medida que la Rosácea se desarrolla, las glándulas sebáceas se infectan con un peculiar inquilino de la piel: un ácaro llamado Demodex Foliculorum.
Antibióticos específicos para el Demodex y Terapia fotobiológica con luz azul y roja para eliminar éste parásito
Las glándulas sebáceas en la Rosácea son fuertes y grandes. Esto lo vemos en el poro dilatado y en la facilidad con la que éstas se infectan por el demodex. Esta grasa ácida irrita la superficie de la piel y explica el color rosado de la cara.
Reducir la secreción sebácea mediante retinoides y láser. El láser calienta la piel y reduce la fabricación de sebo.
La microdermabrasión consiste en el aspirado y raspado sutil de la superficie de la piel. Se emplea un sistema de vacío con punta de diamante o sal. Supongamos que la epidermis tiene 30 o 35 pisos de células; la microdermabrasión permite la eliminación de 4 o 5 de estos pisos.
El láser es una herramienta que vierte luz dentro de la piel. Según el color de ésta luz se produce una u otra interacción. Los láseres vasculares emiten luz verde o amarilla. Este color es especialmente y selectivamente absorbido por los pequeños capilares de la piel y la rojez, eliminando estos elementos vasculares. Reduce la rojez de la piel y los pequeños capilares.
Consiste en utilizar luz de color rojo, azul, verde o amarillo de alta intensidad durante un periodo de 10 a 20 minutos. Su efectividad se conoce desde 1968 cuando se comprobó que mejoraba la curación de las heridas. Se utiliza como una herramienta para disminuir la inflamación y la irritación, además de que la luz de color rojo y azul elimina bacterias y ácaros.
Los retinoides son los derivados de la vitamina A como el Retinol, el retinaldehido o la Isotretinoina. Tienen varios efectos sobre la piel. Aumentan la cantidad de colágeno y rejuvenecen la piel. Reducen la seborrea. Disminuyen ciertas manchas. Reducen el riesgo de determinados tipos de cáncer de cabeza, cuello y pulmón.
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La Rosácea es un problema triple: la superficie de la piel es muy sensible y seca, el interior de la piel tiene glándulas sebáceas grandes y fuertes que producen un sebo muy ácido que, al salir al exterior, irrita la superficie. Se trata también de un problema vascular puesto que la reacción de eritema o enrojecimiento está anormalmente elevada. Esta predisposición es genética y conduce al tercer problema que es la sobreinfección por el Demodex. En un momento de la evolución de la Rosácea, las glándulas se sobreinfectan con un ácaro llamado Demodex y surge una erupción similar al acné. El dermatólogo puede aportar soluciones a cada uno de estos problemas, mejorando la fortaleza de la superficie de la piel, reduciendo la acidez del sebo y la producción sebácea y mejorando el problema vascular con láseres o vasoconstrictores.
Tres son las líneas de tratamiento del acné: por una parte hay que reducir el enrojecimiento o el problema vascular de la piel mediante láseres vasculares. En segundo lugar hay que mejorar la irritabilidad de la epidermis y reducir la fabricación de sebo ácido por el interior de las glándulas sebáceas. En tercer lugar, cuando se producen los brotes o la sobreinfección del Demodex, hay que eliminar éstos ácaros mediante antibióticos del tipo de las tetraciclinas, Metronidazol o Ivermectina o con tratamientos de luz, microdermabrasión o laser.
La Rosácea se puede tratar y después de varios meses o años se puede conseguir que todo el enrojecimiento de la piel desaparezca. Pero al ser una alteración genética de la piel, la Rosácea puede volver a aparecer por lo que exige un mantenimiento. En sentido estricto no se puede afirmar que la Rosácea se cure, pero eso no significa para nada que los pacientes la tengan que sufrir ineludiblemente.
El mejor tratamiento para la Rosácea es el que sabe integrar 1) Láser vascular, que reduce la seborrea y las rojeces, 2) la Isotretinoina, que reduce la fabricación y la acidez del sebo y madura la glándula sebácea, 3) la microdermabrasión que renueva la epidermis, y 4) el uso tópico u oral de ciertos cosméticos adecuados y antibióticos como la ivermectina y el metronidazol. Por otra parte, el médico se tiene que adaptar a cada tipo de Rosácea. No es lo mismo tratar una Rosácea eritematosa en una persona de 28 años que una Rosácea papulomatosa avanzada en una persona de 60 años. Cada momento y persona requiere una combinación de tratamientos diferente.
Una de las consecuencias de tener rojeces en la piel de la cara es que aparecen unas pequeñas venitas o capilares dilatados llamados TELANGIECTASIAS. El tratamiento de estas venitas ha sido desde hace décadas el uso de láseres vasculares como el IPL, el laser de colorante pulsado, el KTP o el Nd:YAG. Todos estos láseres juegan con un color de luz específicamente absorbido por la hemoglobina de la sangre y calientan y queman solo las telangiectasias respetando los tejidos de piel circundante.
La piel de una persona con rosácea carece de grasa buena que la impermeabilice y la proteja. Por este motivo la piel se irrita con facilidad y también cuando se aplican cremas de elaboración no específica. Igualmente, es dañino lavar la piel de la cara con Rosácea con excesiva frecuencia porque eso retira las pocas grasas buenas que tiene la piel.
Los peelings químicos están poco indicados en la Rosácea, así como las limpiezas faciales porque eliminan la escasa protección que estas pieles tienen frente a agresiones externas. Un peeling químico es un procedimiento adecuado para una piel acnéica donde el sebo se obstruye por el gran grosor que tiene la epidermis. Pero en la Rosácea la historia es diferente: eliminar y agredir con agentes químicos la piel puede empeorar la situación de le piel.
Lo ideal en las pieles con Rosácea o incluso en pieles secas es emplear aceites al agua y no soluciones micelares o jabones. Estos últimos tienen la capacidad de arrastrar buena parte de las grasas buenas, además del sebo ácido, que protege la superficie de la piel y es especialmente escaso en estas situaciones.
La Rosácea no es sólo un problema de piel. Los dermatólogos observamos que las personas con rosácea sufren muy a menudo acidez de estómago y su sistema nervioso central es diferente. La Rosácea por lo tanto, requiere de un abordaje no solo cutáneo y es bueno retirar de la dieta alimentos que aumenten la acidez de la piel o producen vasodilatación y rojez como el alcohol o los picantes.
La restricción de ciertos alimentos puede reducir los síntomas o la rojez de la cara en la Rosácea pero nunca va a evitar padecer esta condición. Se sugiere tomar menos vino y alcohol y sobre todo comidas picantes.
No existen alimentos que se haya probado mejoren la Rosácea. Los estudios confirman que la Rosácea no es un problema alimentario sino mas bien genético y vascular.
En la Rosácea se puede comer de todo. Tan solo se recomienda reducir la ingesta de vino y alcohol y de ciertas sustancias picantes para evitar el enrojecimiento de la piel.
Se ha establecido una relación entre la Rosácea y la Gastritis e incluso la infección por Helicobacter Pilori del estómago. Curiosamente el ácaro que infecta las glándulas sebáceas en la rosácea, el demodex, y el Helicobacter pilori, responden al mismo antibiótico, el Metronidazol. También parece que las personas con Rosácea tienden a tener un pensamiento mas obsesivo. Pero en realidad nunca se ha podido verificar que exista una mayor prevalencia de Gastritis por Helicobacter o Transtorno obsesivo-compulsivo en personas con Rosácea.
Normalmente un tratamiento de choque de un brote de Rosácea dura entre 1 y 6 meses y un tratamiento de mantenimiento unos 2 años. Hay que tener en cuenta que las causas de las Rosácea son básicamente estructurales, es decir, las personas con rosácea nacen con una piel especialmente irritable, una respuesta vascular exagerada y una tendencia a que sus glándulas sebáceas crezcan y se infecten con el Demodex. Reducir la inflamación, la rojez y la infección por el Demodex se puede conseguir de forma relativamente rápida en meses, pero tratar las condiciones de base o las alteraciones estructurales que conducen a la aparición de la Rosácea es tarea de años.
Los libros clásicos de dermatología clasifican la Rosácea entre las patologías que empeoran con la exposición al sol. No obstante lo dicho, como la rosácea empeora en situaciones de stress o con el exceso de trabajo y la falta de descanso, unas vacaciones al sol o el verano pueden verse acompañadas de una mejoría de la Rosácea a pesar de que el sol sea mas potente que en otras épocas del año.
El tratamiento de la Rosácea tiene tres pilares fundamentales: el medicamentoso, el cosmético y los procedimientos terapéuticos con láser, en especial el láser vascular. La toma de medicamentos y los cuidados cosméticos son indoloros y se han de realizar en casa. El láser vascular, fundamental para resolver la Rosácea, puede ser molesto e incluso doloroso. Hay que entender que el mecanismo por el cual el láser mejora el acné es por el efecto foto-térmico, es decir, porque la luz se absorbe por la rojez de los capilares y vasos y los calienta y elimina. Este efecto de calentamiento puede sentirse como quemadura súbita o como quemazón.
El tratamiento de la piel con laser vascular aumenta el enrojecimiento propio de una rosácea. Esto suele durar el mismo día del tratamiento pero se cubre bien con protectores solares con color o incluso con maquillaje. Otros de los fenómenos que sucede cuando se trata la piel con rosácea es que se puede producir cierto edema en la región de los párpados. Normalmente los capilares tratados mediante láser están en la región de las mejillas y por este motivo su tratamiento aumenta en edema o hinchazón de párpado inferior como no lo suele hacer de manera normal en otras personas sin rosácea. Los dermatólogos sabemos de este problema y solemos advertir de este efecto, especialmente al día siguiente del tratamiento y que no debe asustar a los pacientes en tratamiento con láser.
Las sesiones de láser vascular suelen costar entre 200 y 300 euros normalmente. Una persona con Rosácea puede necesitar realizar 4 sesiones el primer año, 3 el segundo, 2 el tercero. También se debe tener en cuenta el tratamiento de algunos medicamentes y cosméticos en general.
Habría que distinguir entre el tratamiento de choque o de ataque de un brote de rosácea que requiere de visitas mensuales al médico durante 3 a 6 meses y el tratamiento de mantenimiento que puede requerir dos visitas anuales. El mantenimiento de la rosácea se debe realizar durante 2 o 3 años.
